IRIS LO QUE ESCONDE EL ARCOÍRIS

Ser de gran magnitud guerrera,

vives y ensañas a vivir,

encaminas provenir,

desatando un gran porvenir.

Con tu fe iluminas el mundo,

en un abrir y cerrar de ojos,

eres la heroína que acuñas

en tus entrañas un dilema llamado vida.

Velas madrugadas y atesoras muchas almas,

si muchas almas plenas y llenas de cariño,

de comprensión, de respeto,

de amor incondicional puro y sincero,

más angelical que el mismo cielo.

Persona racial de hermosas fracciones,

que me extiende su presciencia

sin esperar nada a cambio.

das luz a nuestros días

en un sinfín de momentos,

con grandes sentimientos,

quiero que sigamos juntos

en mano amiga hoy, por siempre.

Amiga, que en mil vidas más,

e incluso en la inmortalidad

desearía que el universo

me vuelva a premiar con tu amistad.

Conspire en mí la atracción de verte feliz,

tus manos envejecen, pero tu alma se ha lucido,

tus ojos están vestidos por el trabajo

y la lucha de tantos años,

aunque digas que son las líneas del amor,

ya que tantas sonrisas has brindado.

Cuando tu memoria esté agotada,

cuando repitas las cosas mil veces,

veras a tus hijos a tu lado.

Cada acción, coacción,

correlación o cohesión,

tiene una reacción que se generaliza

en causalidad evolucionando a divinidad.

La fe, la templanza, la sencillez

de cada día en mantener la firmeza,

en aquella confianza,

una mujer, es el único ser humano

capaz de realizar milagros;

porque solo ellas

son capaces de sentir como crece,

una vida dentro de otra.

Realizar lo imposible es la fuerza que empuja,

puede que haya mil batallas,

pero hay más razones para culminar buenas hazañas.

y lograr esculpir esperanzas, además de milagros.

Sé que en todas vive una fuerza primaveral,

esa luz mientras recorre al mundo,

el mismo se hace especial,

pero en lo espiritual

aquella luz alumbra muchos caminos,

alumbra más que la luz de la luna,

da como resultado corazones y almas

que se hacen una.

Un arcoíris es una hermosa naturaleza

implacable, tangible, y eludible, es su realeza,

el mismo esconde una lluvia, una tormenta,

pero solo te muestra un momento

el brillo multicolor de su verdadera pureza.

Si tus iris ven que de una mujer

necesitamos para nacer y vivir

por qué no decir con la vida

que por ellas debemos morir.

Desearía destruir aquello que llaman tiempo

por que como el arcoíris ellas también

están solo un momento,

aclamar a la madre naturaleza,

el destello de sus hijas olvidadas,

sean por siempre amadas,

y a sed de justicia inmortalizar

la verdadera belleza.